La estimación del confort térmico envuelve cada vez
más su relevancia, ya que al transcurrir el tiempo es más significativa la
cantidad de trabajadores que incrementan en la realización de sus actividades
en su sitio de trabajo en los cuales las circunstancias y condiciones de estrés
térmico solo ocurren de manera excepcional. En estas tareas o labores, en
cambio, son habituales o comunes las
dificultades ligadas a la carencia del confort térmico.
El confort térmico es
una circunstancia principal para alcanzar la satisfacción de los trabajadores
de una construcción y efectuar con eficiencia sus actividades. Esto a su vez, se
caracteriza por el bienestar físico y psicológico de la persona cuando las
condiciones de temperatura, humedad y movimiento del aire son propicias a la labor
en que se desenvuelven; es decir, el confort térmico sucede cuando el individuo
no padece ni sufre de sensaciones de frío ni de calor. Estimar o evaluar el
confort térmico es una labor engorroso, ya que evaluar sensaciones y
situaciones del individuo acarrea una significativa carga o apreciación
subjetiva, sin dejar a un lado las variables transformables que predominan e
interviene en los intercambios térmicos entre el medio ambiente y el personal
en estudio, las cuales son:
- La actividad física.
- La clase de vestido.
- La temperatura del aire.
- La temperatura de las paredes y objetos que nos rodean.
- La humedad y velocidad del aire.
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Intercambio Térmico. |
Referencias Bibliográficas
Castejón, E. (1983). NTP 74: Confort Térmico - Método de Fanger para su evaluación. Centro de Investigación y Asistencia Técnica. Barcelona. Disponible en Línea. Recuperado de:
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/001a100/ntp_074.pdf
Mondelo, P., Torada, E. y Bombardo, Pedro. (2000). Ergonomía 1. Fundamentos.(3a ed.), Mexico: Alfaomega Grupo Editor. Disponible en Línea. Recuperado de:
http://es.slideshare.net/lfeerflores/ergonomia-fundamentos
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